La primera hora es para calentar y practicar en solitario y la segunda en grupo
El gobierno chino comunista convocó un concurso para realizar un ejercicio saludable antes de comenzar el trabajo y después de realizarlo. Este concurso lo ganó Lí Tianji con una secuencia de 24 movimientos obtenida de la secuencia larga de Yang Cheng Fu, a la que se le dio el nombre de "La forma de Pekín"
Celebración del centenario del nacimiento de Li Tianji en Pekin
Por su labor innovadora, divulgativa y conciliadora de culturas
del Tai Chi Chuan en China, Japón, Asia y resto del mundo
Este sistema de preparar al cuerpo y mente para una conexión y desconexión, también se ha utilizado en Occidente. El ejemplo más claro, es leer o narrar un cuento de hadas o no a los niños antes de dormir.
"Érase una vez" o "Once upon a time", es la forma de comenzar un cuento, sea cual sea la narración. Esta frase hace que El Niño se desconecte de sus pensamientos y se centre prestando atención a lo que viene a la historia que va a oír e imaginar en su mente. Es un sistema de desconexión de las excitaciones y conexión a una historia que le va a preparar para tener un buen descanso y unos buenos sueños.
Cuando se ha terminado de narrar el cuento, llega la conocida frase de "Colorín colorado, este cuento se ha acabado"
Esta frase hace una desconexión del cuento y también del proceso mental de imaginar la historia para volver a la vida real y comenzar sus dulces sueños.
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Pues en el Karate-do, comenzábamos las clase sentados en la posición del diamante, los ojos cerrados, la mano izquierda sujetando el puño derecho en el regazo y repetíamos las 5 promesas del WeDe del Karate-do, tal como nos la citaba Kenji Ayashi.
Era el sistema de conexión a la clase y desconexión de lo externo a la clase. Ya que los entrenamientos a dos personas requerían la máxima atención para no dañar al compañero.
Al finalizar la clase, hacíamos un minuto se silencio para desconectar la mente de la clase y volver a la normalidad de la vida social externa al Karate-do.
Kenji Ayashi aprendió Karate-do en un Templo Budista Zen (Cha en chino) durante varios años de internado que era muy duro, ya que cada mañana hacían una dos filas que Iván rotando la posición y se golpeaban para endurecerse. Este método es similar al entrenamiento de las estrellas del Choy Lí Fut proveniente del ancestral Shaolin. El cual parece ser que tenían métodos muy similares de endurecimiento que requerían una concentración total para no lesionarse.
Para ello también requería un sistema de conexión y desconexión que comenzaban con una posición de Zhan Zhuang muy abierta y las manos juntas en el pecho, mientras pensaban en un texto u oración que desconocemos.
En Choy Lí Fut y otras artes marciales descendientes del ancestral Shaolin tienen sus sistema de conexión y desconexión.
Generalmente consiste en tener una especie de altar en la pared con las fotos o dibujos de los grandes maestros del estilo, flanqueado por dos tablas verticales rojas con los lemas que define a la escuela. Se cree que en el Shaolin ancestral ponía en la tabla de la izquierda "Tener la fuerza del tigre" y en la derecha "Tener el espíritu del dragón", símbolos del monasterio de Shaolin.
En Choy Lí Fut, estilo procedente del monje de Shaolin Choy Foc, conocido por el monje de la cara quemada, por ser el único superviviente del incendió nocturno de Shaolin, teníamos los lemas de "Agua" y 'Fuego" es decir tener el espíritu del agua que se adapta a cualquier recipiente y la fuerza del fuego que todo lo destruye, pero que puede ser derrotado por el espíritu del agua.
En la tabla horizontal de color negra con letras dorada estaba el nombre de la escuela o si era un altar familiar en nombre de la casa "Casa de Choy", "Casa de Lí" etc.
Es el mismo letrero que ponían sobre la puerta de entrada de la casa para que los forasteros supieran que casas eran, ya que no había nombres de las calles y números como ahora.
Fijaros en la Edad Media los chinos sabían leer y escribir, leyendo directamente el nombre de las casas o talleres, mientras que en Occidente ponían carteles pintados con una figura o forjado en hierro para que los foráneos lo pudieran identificar.
Pues bien, la conexión y desconexión de toda arte marcial procedentes de los monasterios, comenzaban las clases con un minuto de silencio en una posición de Zhan Zhuang inspirándose en los maestros o familiares de ese altar y finalizaban con un minuto de silencio ofreciendo respeto y gracias a los ancestros por las enseñanzas legadas a sus descendientes familiares o alumnos.
Pensar que durante los siglos de prohibición de las artes marciales, se practicaban en entornos familiares por lo que el vínculo con los ancestros era muy fuerte.
A nivel de organizaciones clandestinas para revueltas y liberación de China de la opresión extranjera, se reunían en bosques para entrenar en grupos y usar los árboles como dummy. Esta práctica clandestina, se conocía como el boxeo de las sobras y no tenían un estilo definido, ya que sus componentes, generalmente jóvenes entusiastas aportaban su arte marcial familiar, dando origen al sin fin de estilos de artes marciales que ha existido en China.
En mi viaje de investigación a Shanghai, pude comprobar que el boxeo de las sobras mezclando estilos y practicándolo bajo la discreción de los árboles continúan existiendo como actividad tradicional de aquellos ancestros que se entrenaban al amanecer en los bosques.
En Shanghai aún entrenan de 6 de la mañana a 8 antes de ir a trabajar y esconden sus entrenamientos entre las ramas de los árboles de los parques para no ser molestados ni fotografiados. Afortudadamente, después de ser rodeado y recibir un susto que no olvidaré en mi vida, tuve oportunidad de ver y aprender de uno de ellos.
¿Cómo conectamos y desconectamos en las clases de nuestra escuela social?
Pues de forma muy similar a las costumbres familiares ancestrales. Tenemos nuestro altar simbólico de los maestros y dedicamos unos minutos al principio y final de las clases para las conexiones y desconexiones
INICIÓ DE LA CLASE
En nuestra escuela social asisten mayoritariamente jubilados, desempleados y mamás, que aunque no son asalariados de ninguna empresa, no dejan de estar ocupados e inclusos estrenados en funciones familiares como llevar a los nietos al colegio y gestiones de todo tipo, por lo que nuestra conexión con el Tai Chi y desconexión con las obligaciones domésticas consisten en 3 minutos de Fang Song para vaciar la mente, relajar el cuerpo, respirar rítmicamente y entrar en el estado de somnolencia necesario para aprovechar al máximo las dos horas de clase de Tai Chi Chuan, Chi Kun y Tuina.
En nuestra Escuela Social cada practicante tiene libertar de incorporar y abandonar la clase según sus necesidades de tiempo en silencio y sin interrumpir el funcionamiento de la misma. Consideramos que es mejor practicar 30 minutos que nada.
Así que aunque recomendamos llegar 5 minutos antes de clase para adaptarse al entorno y relajarse.
Los que llegan después del inicio de las clases, dedican 5 minutos a relajarse mente y cuerpo con Fang Song, tonificar y relajar músculos, articulaciones y canales energéticos, antes de incorporarse al grupo.
FINAL DE LA CLASE
Finalizamos las clases clase con unos ejercicios de grulla, mono y oso para movilizar y dar solturas a las articulaciones.
Un minuto de meditación Yin o Yang, dependiendo de la actividad que hemos realizado.
Finalizamos con los saludos y respetos.
El profesor saluda y da las gracias a los practicantes por asistir a clase de Tai Chi Chuan, Chi Kung y Tuina y los asistentes le devuelven el saludo en señal de agradecimiento y respeto.
El profesor invita a saludar y honrar la memoria de los maestros ancestrales que están en el altar de la escuela, ya que no es un altar familiar, sino que están las fotos de los maestros a los que pertenece nuestra escuela.
Se da las gracias y saludo entre todos por ayudarnos y motivarnos entre nosotros y finalizamos aplaudiendo unos segundos. Así terminaban las clases en Shanghai. Como buen ignorante europeo pregunté a quién a plaudiamos ya que los aplausos no estaban dirigidos a la profesora jefe, me contestó mi traductora y profesora que es bueno terminar las clases aplaudiendo. ¿Por que no hacerlo? Si nos sentimos mejor.
Yang a Binbin, como siempre me dio la respuesta científica. No solo al hecho de terminar la clase aplaudiendo, sino el porque aplaudimos cuando algo nos gusta, y que las palmas de las manos son zonas reflejas de todos los órganos de nuestro cuerpo y a calentar esas zonas aplaudiendo, mejoramos nuestra salud, aunque sea por un instante, por eso cuando algo nos gusta, aplaudimos y esa sensación de bienestar es prolongada por más tiempo gracias a los aplausos.
Así que, no es necesario un gran acontecimiento para aplaudir, terminemos las clases con un gran aplauso y una gran sonrisa en nuestra cara para mantener los beneficios agradables de la práctica en clase más tiempo.
Un gran aplauso para todos los que nos sentimos mejor practicando Tai Chi Chuan
¿A quien tenemos en nuestro altar de ancestros y por qué?
Al ser un estilo Yang Unificado de los alumnos de Yang Chen Fu, tenemos a Yang Lu Chan como creador del estilo, a Yang Cheng Fu como divulgador del estilo a Yang de Salud, a Cheng Weiming como divulgador de la secuencia de espada.
Nuestro tablón o altar de honrar a los antepasados del Estilo Yang
En nuestro altar también está al Dr. Hu Yuen Shou como nuestro maestro ancestral directo del estilo marcial del Tai Chi Chuan de Yang Chen Fu y otros maestros coetáneos, el cual ha sido un gran investigador de los estilos ancestrales de Shaolin y Wudang, siendo un gran maestro de Choy Lí Fut y Estilo Yang de Tai Chi Chuan como arte marcial. En mi experiencia y opinión, dejó a sus alumnos como Wong Doc Fai una enseñanza de entrenamiento marcial, de salud y filosofía de trabajo y entrenamiento, que no he visto en los últimos años a ningún maestro de franquicia o freelance, con esos sistemas de entrenamiento y enseñanzas que se han ido perdiendo en sólo dos generaciones y al que le debemos gran parte de cómo practicamos nuestro Tai Chi Chuan.
Las investigaciones y clases con muy buenos maestros de Estados Unidos, Europa y China, no ha tenido otro resultado que sus enseñanzas son las ancestrales del Tai Chi Chuan como sistema de Arte Marcial.
Lí Tianji, no puede faltar en nuestro altar de maestros que han influido en nuestro estilo, ya que la mayoría de nosotros hemos comenzado aprendiendo la famosa secuencia de Pekín de 24 movimientos y la de espada de 32
finalmente tenemos la famosa y divulgada foto de Yang Cheng Fu con sus alumnos, muchos de ellos destacados y conocidos divulgadores del estilo de Yang Cheng Fu, por ser mi último intento de investigación en Shanghai y Pekín de contactar con alumnos freelance descendientes de esos alumnos para obtener las piezas o respuesta que me faltaban o inquietaban sobre las grandes diferencias en detalles del estilo Yang de Tai Chi Chuan, ya que al morir Yang Cheng Fu joven y sus hijos con temprana edad, no se pudo transmitir su legado completo de una generación a otra y viendo las rivalidades entre los discípulos de Yang Cheng Fu, dudo, y perdonar mi osadía, que compartieran sus conocimientos para dejar un legado completo por escrito a las futuras generaciones familiares o de alumnado.
Aún así, están porque principalmente sus descendiente con más de 80 años, amigos y alumnos, me han ayudado mucho principalmente en Shanghai y también en Pekin, aunque mucho menos a ordenar el puzzle de piezas sin encajar en mi mente sobre el estilo Yang antes y después de Yang Cheng Fu.
Gracias a todos ellos, los ancestrales de las fotos y los coetáneos que no están porque son muchos y aún están con nosotros, hoy ya sabemos qué queremos practicar en clase y en casa, por qué lo practicamos, para qué lo practicamos y cómo es camino a seguir el resto de nuestra vida para seguir progresando.
Es como haber recibido un árbol insertado con varias ramas del estilo Yang, ahora está plantado en nuestra escuela social de Vilafranca del Penedès, lo regamos, abonamos y cuidamos entre todos nosotros, y cada año recogemos sus frutos, como el fruto de la Naztalina, que no es ni ciruela ni melocotón pero que tiene lo mejor de los melocotones y lo mejor de las ciruelas.
No tengáis miedo a viajar y probar nuevos frutos. Siempre comeréis el fruto de casa pero recordaréis los sabores exóticos y deliciosos.
Buen apetito, amigos del Tai Chi
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